1.
El legislador más destacado de este trienio -porque ha demostrado con
datos lo pésimo del gobierno del PAN y todas las traiciones del PRI,
además porque nadie ha podido rebatir sus argumentos en más de 50
intervenciones- Gerardo Fernández Noroña, acaba de hacer dos
cuestionamientos esenciales, sobre principios políticos e ideológicos, a
su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por: a) el haber
perdonado al presidente Felipe Calderón por el enorme fraude cometido en
2006 y b) el haber asistido en Guanajuato a la misa en la visita papal.
En conferencia de prensa Fernández Noroña fue claro: “López Obrador
sigue siendo –con mucho- el mejor candidato, seguiré trabajando por su
candidatura y votaré por él, pero debe aclarar si su perdón a Calderón
significa reconocer a su gobierno que hemos repudiado durante seis años y
si su asistencia a misa con el Papa en Guanajuato no contraviene los
principios liberales juaristas del siglo XIX
2.
La izquierda –muy diferente a la derecha que no piensa- muchas veces se
enreda en debates, críticas, incluso en confrontaciones con ideas
difíciles y complicadas, porque meditan mucho en experiencias del
pasado, en el qué hacer presente y el futuro social que se busca
construir. La izquierda no se mueve mecánicamente –como lo harían los
políticos priístas y panistas- buscando lo que salga, siguiendo el
pensamiento social dominante aunque éste apunte –como ha sucedido por
intereses inconfesables- hacia el abismo; lucha, por el contrario, por
ideales de colectividad con rasgos de comparación con otras realidades.
Las organizaciones de derecha, con ideales fijos de conservar el Estado y
el poder vigente, no analiza, no discute, solamente obedece a sus
jefes. Por eso Fernández Noroña –con toda honestidad y libertad- puede
criticar de manera abierta a López Obrador sin que éste se alarme.
3.
Fernández Noroña no es un “diputadito” que acude a la Cámara a levantar
el dedo siguiendo consignas de su partido o su pastor; pero tampoco
López Obrador es un “candidatito” de esos que sacan la cabeza en tiempos
de campaña hablando y prometiendo miles de cosas. Ambos, hasta ahora,
son políticos honestos dispuestos a luchar por transformaciones
profundas en el país desde sus diferentes posiciones y distintas
estrategias. López Obrador aparece en política más o menos de izquierda
en Tabasco al nacer el PRD en 1989 y Noroña en las luchas contra el
Fobaproa en 1994. Muchos llevamos más de 50 años en este camino, pero no
es un problema de antigüedad sino cómo y por dónde caminas. López
Obrador, desde los tiempos del PRI fue un dirigente destacado; encabezó
tomas de pozos petroleros y marchas; Noroña un líder en mil movimientos
de protesta organizados o espontáneos.
4.
La política de “la república amorosa” encabezada tácticamente por López
Obrador en su campaña le puede traer muchos votos en los sectores
medios pero al mismo tiempo la pérdida de votos en la izquierda por
desdibujar la concepción general de este sector. Alguien diría: se puede
y se debe ser amoroso con los explotados y miserables, con los que sólo
trabajan y no tiene culpa alguna de los que sucede en este país; pero
de ninguna manera con los explotadores y acumuladores de capital que son
los que han dominado la economía, la política y mantienen al país en
esta injusta situación. ¿Es que después del perdón a Calderón se debe
extender el perdón a Azcárraga, Salinas Pliego, Roberto Hernández o
Servidje, a los Salinas y Cevallos, a los jefes del ejército y la
marina, etcétera? ¿Es que con la asistencia a misa papal se puede
engañar al alto clero que desde siempre da su voto al PAN por ser el
partido católico?
5.
Ello me hace pensar que en política –al parecer- los únicos que pueden
ser puros y limpios, son los analistas, los investigadores o los
ideólogos de LO político; ellos –cuando son honestos- sí pueden hablar
de las cosas tal como las ven o las juzgan, sobre todo porque su único
compromiso es decir su verdad, aunque los repriman o asesinen. Los que
están –sobre todo los que viven- en LA política por conquistar votos y
apoyos –al parecer- deben responder al nivel del pensamiento de las
masas, sobre todo, al nivel de la ideología que han recibido de los
medios de comunicación, llámese familia, medios informativos, escuela e
iglesia. En tanto los analistas buscan acercarse lo más posible a “la
verdad” porque ese es su tarea histórica; los políticos buscan adaptarse
más al nivel ideológico de las masas porque con ello logran votos y
apoyos. López Obrador busca el reconocimiento de las masas por medio del
voto; Noroña sólo acostumbra cuestionar.
6.
La realidad es que los políticos, para ser electos y para permanecer en
el cargo, tienen que responder a la ideología y a los intereses (casi
siempre falsificados y manipulados) de las masas. Incluso la no
participación y la no organización de éstas son parte de manipuleo
ideológico. Por ello siempre los medios de información y la iglesia
tienen la convicción de que al dominar el pensamiento de las masas –al
meterles todo lo que quieran en la cabeza- dominan la política; por eso
también todos los políticos deben adaptarse a esas instituciones
ideológicas porque ellas controlan el pensamiento de la gente. ¿Cómo
López Obrador va a ganar voluntades y votos sin ir a la misa papal y sin
adoptar la ideología del perdón para ganarse a los medios de
información? Que Noroña tiene toda la razón en las críticas que hace a
AMLO es indiscutible, pero el problema es cómo ganar votos entre un
pueblo profundamente manipulado.
7.
El diputado Noroña, que dejará el cargo en siete meses, está dispuesto a
luchar en solitario –aunque fuera como lo ha hecho: protestando en las
calles- pero sin claudicaciones de ningún tipo, “sin dejar trozos de
dignidad”; en ello todos los “solitarios” estamos de acuerdo a pesar del
peligro que representa. López Obrador –por concepción y práctica
política- está diez veces más comprometido porque, según ha dicho: el
único camino para la liberación del pueblo es el electoral y por ello lo
siguen muchos miles. ¿Podrá avanzar el trabajo de AMLO sin hacer mil
una concesiones con los de abajo, pero también con los de arriba? No es
sencilla la discusión que se ha iniciado sobre la estrategia para
enfrentar a la clase dominante. Para Noroña parece más fácil; por el
contrario, para López Obrador es caminar por el filo de la navaja donde
cualquier desvío puede causarle la muerte política.
Pedro Echeverría V.
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